Mi obra sigue vigente. Se ha reeditado porque tiene lo que le objetaron: la óptica del chico. No son cuentos contados desde la ideología del adulto, que quiere que aprenda a lavarse las manos y a comer a horario. De alguna manera, yo presentaba una nueva infancia. Aunque estemos viviendo una sociedad diferente, esos temas interesan siempre. A veces me pregunto si los libros no harán un equilibrio con los jueguitos y las pantallas. Un complemento. Laura Devetach